martes, 26 de julio de 2016

.

"Nunca he sido de esos hombres en cuyo futuro se imaginan siendo padres o maridos, en mis planes no entraba nada que no fuera vivir, vivir para mí. Nunca, hasta que te conocí.

Ahora que voy camino del quirofano me arrepiento de no haberte dicho lo mucho que te quiero una vez más y, sobre todo, de no haberte dado el anillo (ese en el que te fijaste mientras íbamos paseando una tarde de tantas que pasamos juntos y que tanto te gustó) que guardo en la mesilla de noche. Nunca encontré el momento oportuno para dártelo y, supongo que puede que ya jamás lo encuentre.

Quiero ser optimista. Quiero pensar que saldré de ésta. Quiero despertarme y verte cogiéndome la mano. Quiero tantas cosas en este momento... Ya no recuerdo ni por qué hemos discutido, ¿te lo puedes creer? Estoy aquí por una discusión que ni sé por qué empezó. Tiene gracia.

Moriría por escuchar un "te lo dije" de tus labios (literalmente), esos que me hacen perder el juicio y que tan bien me reciben cuando llego a casa. No sé si te lo dije alguna vez, pero me encanta que sonrías a mitad del beso, me encanta que sonrías en sí; tienes la sonrisa más bonita que he visto en mi vida... Y Dios, como voy a echarla de menos si me voy. Mi día empezaba y acababa en tu boca y no había nada mejor en este mundo. Mel, tendría que haberte hecho caso, tendría que haberme quedado.

-¿Ibas a darme un anillo?

-¿Mel?

-Estoy aquí. Bueno, estoy y no estoy, pero estoy en tu mente.

-¿Estoy dormido?

-No sabría decirte en qué estado te encuentras... Te están operando ahora.

-Sea como sea, me alegro de que estés aquí. Perdona por...

-Eh, no pienses en eso, discutimos, las parejas discuten. Lo importante es que incluso estando y no, estoy aquí, contigo. Háblame de ese anillo.

-No debería haber esperado tanto...

-Jaime, escúchame, no importa, no importa nada ahora, aprovecha el tiempo que tenemos y concéntrate en resistir, por favor.

-¿Sabes cómo van las cosas ahí fuera?

-Tienes hemorragias internas y a los médicos les está costando detenerlas... Tú presión baja pero sigues estable.

-Mira por dónde te sirvió ver tanto Anatomía de Grey.

-Idiota.

-Mel, si estamos en mi mente y he sido capaz de traerte hasta aquí, creo que puedo mejorar la situación.

-¿A qué te refieres?

Me concentré todo lo que podía y nos llevé a casa. Sé que en estas circunstancias debería haberte llevado a París o a la Muralla China o a cualquier otra parte del mundo que pudiera imaginar, pero ¿sabes? es dónde más me apetecería estar ahora mismo. En casa. Junto a ti, acurrucada en mi pecho, jugando a piedra, papel o tijeras para que el ganador elija película...

Una de las ventajas de estar en mi mente es que no tengo la necesidad de prepararnos la cena o levantarme para encender la televisión si quisiéramos verla. Llené la casa de velas, de rosas, hice tu plato favorito, me puse un esmoquin (quién lo iba a decir) e incluso hice nevar en pleno julio por ti... Y luego, luego te traje hasta mí con el vestido que llevabas el día que te conocí, ese rosa que me gusta tanto y que ya apenas te pones.

-Tachán.

-¿En serio? ¿Tú en esmoquin y yo con este vestido?

-Estás preciosa, como siempre... ¿Sabes que soy un chico con suerte?-Te dije mientras me acercaba a ti para colocarte el pelo detrás de la oreja. Y ahí estaba, esa sonrisa tuya tan bonita que te quieres quedar a vivir en ella.

-Lo sé, eso mismo me dijiste el día que nos conocimos...

-Y joder, qué suerte tuve ese día. Me quedé con la chica más guapa de toda la cafetería.

-¡Jaime está nevando! ¡¿Cómo lo has hecho?! Es perfecto. Todo. Tú.

-No todo, falta algo... - Era bueno en esto de imaginar cosas Mel, automáticamente sonaba nuestra canción en mi mente y en la casa. Truly madly deeply.- Baila conmigo.

-Espero que en tu mente baile mejor que en la realidad.

-No seas tonta y dame la mano... La cena dudo que pueda enfriarse, está todo bajo mi poder.

-¿Todo?

-Casi, si fuese así me estarías besando.

Te acercaste con esa sonrisa tuya que me desarma, con esa mirada que me derrite y el golpe final me lo dio tu beso, en el que creí que iba a morir si me apartaba aunque fuera solo un segundo... Y bailamos Mel, bailamos lentamente cogidos de la mano al son de nuestra canción, esa que sonaba de fondo cuando me armé de valor para ir a tu mesa y presentarme. Esa que canté encima de una barra minutos antes de decirte que estaba enamorado de ti y esa misma que sonaba antes de salirme de la carretera cuando intentaba volver a ti, a casa. Hice sonar la canción un par de veces más, no quería dejar de bailar contigo, podría quedarme toda la vida dormido estando contigo y no, pero estando aquí; viendo esos ojos verdes llenos de ternura cuando me miras. Ya te lo he dicho, eres adorable, eres tan pequeña y adorable... Me encanta todo de ti, Mel. Tu piel pálida con tonos rosados, tu grandes y expresivos ojos de color verde, tu naricilla pequeña y respingona que tanto me gusta besar, tus labios... Fuente de deseo que quitan mi sed, rosados y carnosos, es un pecado no amarlos. Tu pequeña figura de curvas de infarto, ese valle entre dos montañas por el que tantas veces han cruzados mis dedos para inspeccionar la zona y llenarte caricias... Debo estar realmente loco por ti.

-Jaime tienes que despertar, no podemos quedarnos aquí...

-¿Qué prisa tienes? Espera al postre.

-No digas tonterías, algo va mal.

-Algo va mal desde que decidí salir de casa con la que estaba cayendo cariño, no sé que estarán haciendo los médicos pero solo puedo esperar y disfrutar de esto.

-Pero...

-Mel, por favor, no sé si volveré a verte, a verte de verdad, déjame quedarme con este momento, sólo por si acaso. No quiero morir sufriendo porque sé que estoy muriendo, quiero hacerlo feliz, viendo nevar en julio en nuestra casa, contigo.

-Te quiero.

Y lo dijiste. Y aunque sonaba igual de bien que en la realidad, habría dado lo que fuera por estar viviendo esto de verdad. Con mi Mel de verdad, la de carne y hueso, la que conociéndola debe estar al otro lado del quirofano, probablemente con tu pequeña bata celeste que llevabas antes de que cogiera el coche y nos metiera en este lío, esperando buenas noticias con la mirada perdida y rezando sin creer siquiera.
Cenamos pastel de berenjena mientras hacía bailar las leves llamas de las velas para ti, jugeteabas con tu pelo nerviosa y entusiasma cada vez que conseguía apagar una y volvía a encenderla.
Abrí la ventana para que entrara la nieve e hice que todo nuestro salón se quedara cubierto de aquella magia blanca, se te veía tan feliz... Aplaudías como una niña que ha conseguido realizar una proeza y te lanzaste a mis brazos con la intención de tirarme al suelo, hicimos ángeles de nieve mientras oíamos cantar a los grillos de nuestro jardín. Aquella estampa que estaba viviendo a tu lado era surrealistamente perfecta.

-Debo reconocer que eres todo un maestro en la materia.

-¿Te refieres a que he hecho nevar en verano dentro de casa? Bah, cualquiera puede hacerlo... ¿Has visto alguna vez la aurora boreal?

-La verdad es que jamás he tenido el placer.

Nuestro techo desapareció Mel, se convirtió en un cielo despejado lleno de estrellas que brillaban para nosotros, y justo sobre nuestras cabezas cubiertas de copos de nieve estaba la aurora boreal. Quién me iba a decir que iba a vivir todo esto sin salir de casa. Cada vez era más fácil hacer todo aquello realidad, no sé qué experiencia habrán tenido otros que hayan pasado por un accidente de coche y hayan acabado en el quirófano, pero apuesto mi vida a que ninguno se lo ha pasado tan bien como yo, estando y no contigo. Pero estando.

-Te superas por momentos... Ojalá esto fuera real...

-Lo es, en mi cabeza, y es suficiente para mí.

-Jaime, me encanta todo lo que estás haciendo pero tienes que concentrarte en vivir, no puedes acomodarte aquí...

-Olvídate de eso.

-No puedo, ni tú tampoco... Entraste en parada cardíaca joder, te han reanimado pero las cosas no van bien. No sé cuánto tiempo tenemos. No quiero perderte Jaime. No puedo perderte.

-Vaya... Sé que debería estar asustado pero Mel, si me voy no quiero que sea de otra forma que no sea estando aquí, contigo, viendo las estrellas, tumbado en la nieve, a la luz de las velas y con el aroma de todas las rosas que decoran la habitación. No podría haber encontrado una mejor manera de morir.

-Por favor, no me dejes...

-Aún hay esperanza, ¿no? Soy un chico con suerte.

-Jaime...

-Te quiero Mel, desde el momento en el que te vi, con ese mismo vestido, bebiendo café en aquella cafetería mientras leías tu libro favorito. Te Quise entonces, y te quiero ahora, y no sé si habrá un cielo pero de haberlo allí te estaré esperando si es mi destino que todo acabe aquí... Los mejores momentos que he vivido son los que recuerdo a tu lado y créeme, me has dado toda la felicidad que puede albergar este mundo y si me voy, lo haré feliz, porque estás y no estás aquí. Y no le puedo pedir más a la vida en este momento.- Te besé como siempre te he besado, primero lento, suave, acariciando tus labios con los míos, luego jugué con mi lengua y la pasé para dibujar la silueta de esa boca tan generosa, la que con tantos besos me ha hecho sentir que vuelo muchas veces. Noté que llorabas, pero tus lágrimas no mojaban, no estaban ahí realmente... Y entonces pensé, que si nos quedaba tan poco tiempo, ese era el momento que tanto había esperado. El oportuno.- Date la vuelta.

-¿Para qué?

-Tú hazlo, quiero dibujarte algo en la espalda.

-No hay boli Jaime...

-¿En serio? Nieva en nuestro salón, no hay techo, apago y enciendo velas a mi antojo sin moverme y me dices que no hay boli... Mujer de poca fe, no necesito un boli.

Tu carcajada resonó por toda mi mente y se me saltaron las lágrimas, no pude evitarlo Mel, tenía miedo de que esa fuera la última vez que escuchara reír. Me complaciste y te diste la vuelta, te aparté el pelo con cuidado y lo hice a un lado para tener donde escribir. Si te soy sincero, no pensaba acabar así la noche pero uno tiene que jugar con las cartas que le tocan y contigo, aun así, yo llevaba la mano ganadora.

Garabatee con mis dedos donde empezaba tu espalda y aparecieron esas palabras, Dios... He de reconocer que me siento como Cenicienta (esa era la del zapato, ¿no?), disfrutando del momento pero sabiendo que la magia terminará a medianoche.

-Ya.

-Dime que no me has pintado nada obsceno, que nos conocemos...

-No te prometo nada, pero ésta me ha quedado bien.

-¡Jaime! Espero que no se te haya ocurrido tatuármelo, real o no me niego a tener eso en mi espalda. Voy al baño a quitarme la marranada.

-Me parece bien.- Incluso la Mel de mi mente sigue estando guapa cuando se enfada.

No me hizo falta ir a nuestra habitación para coger el anillo, solo con imaginarlo en la mano me bastó y te seguí. Me arrodillé tras de ti mientras encendías la luz para mirarte la espalda y vi tu cara de sorpesa reflejada. Quise detener el tiempo pero sería injusto dado que no sé cuanto me queda en este mundo de ensueño... Cásate conmigo, eso te escribí en la espalda Mel, ojalá lo hubiese hecho cuando te tuve de verdad.

-Dios...

-Cásate conmigo, dime que sí, por favor, deja que me vaya así.

-Jaime esto no es real. Yo no soy real. Dios...

-Lo es para mí, estoy listo Mel, llevo mucho tiempo listo y debí hacértelo saber.

-Escúchame, te están perdiendo, te estoy perdiendo, por favor lucha.

-Yo no puedo hacer nada, ojalá pudiera, pero no está en mis manos... Por favor céntrate, dime que sí.

-Si lo hago te irás, si lo hago te pierdo incluso aquí. Por favor, por favor, no me hagas esto, no te vayas, no puedo vivir sin ti.

Y entonces todo empezó a desvanecerse Mel. Las flores, las velas, la nieve con la que habíamos jugeteado, las estrellas se alejaban de nuestra vista hasta desaparecer y comenzaba a brotar la oscuridad, incluso tú también estabas desapareciendo.

-¡Di que sí! -Te agarré de la mano pero ya no la notaba. Te abracé con fuerte y empezaba a ver mi propio reflejo en el espejo.

-Sí, Jaime. Sí, y mil veces sí.

-Baila conmigo, una última vez.

-Bailaré contigo y no será la última, te lo prometo.

Con Truly madly deeply de fondo, aunque apenas se oía, te agarré como pude y te bese mientras te guiaba en los pasos. Todo se estaba apagando, nos envolvía poco a poco la nada y decidí cerrar los ojos y concentrarme solo en sentir lo poco que quedaba de la Mel de mi mente. Y luego, llego la paz...

-Despierta, y cuando despiertes, que sé que lo harás, prométeme que me darás el anillo.

-Te lo prometo...

Es cierto eso de que cuando te estás muriendo ves tu vida pasar, yo te veía a ti. Nos vi cuando te conocí, en nuestra primera cita, cuando me dijiste te quiero por primera vez mientras te quedabas dormida, nuestras primeras vacaciones, todos y cada uno de nuestros aniversarios... Lo sé Mel, se que me has querido y me quieres, y se me parte el alma al pensar en cuánto te va a doler esto, ojalá tuviera una segunda oportunidad contigo, te juro que no me iría, que no cogería el coche, que no me hubiese despistado buscando el móvil para llamarte, que no me habría salido de la carretera... Pero ya es tarde...

-Recuerda que eres un chico con suerte.

Esas fueron las últimas palabras que oí, después todo desapareció...



-La situación es grave aún, pero hemos conseguido estabilizarlo y detener las hemorragias. Permanecerá en la UCI.

-¿Puedo verle?

-Señora está sedado...

-Por favor, discutimos y está así por mi culpa, solo quiero verle... Por favor.

-Está bien... Pero solo un momento.

Te he vuelto a sentir, esta vez es diferente, creo que estoy en el cielo, todo parece estar en calma, salvo por un pitido estúpido que oigo de vez en cuando. Por más que me concentro no consigo hacerlo desaparecer, creo que he perdido mi toque.

-Jaime... Lo siento tanto... Tendría que haberte insistido más, esto es por mi culpa... Ponte bien, por favor.

¿Te lo puedes creer Mel? Oigo tu voz, esta vez es distinto, tu tono es distinto, apenas se te oye lo que dices, estas triste... Me encantaría poder verte, y consolarte, y besarte, y mil cosas más.
Quería decirte que no pasaba nada, que no era tu culpa, que donde estoy, estoy bien... ¿Y dónde estoy? ¿Dónde se supone que estoy Mel? ¿Sigo en el hospital? ¿Sigo vivo? Mel creo que estoy vivo. Creo que estoy vivo. Joder.

-Señora, lo siento pero tiene que irse. Debería descansar.

-Sí... Estaré en la sala de espera, avíseme por favor con lo que sea.

¿Qué? No, no te vayas, tienes que saber que estoy vivo, porque lo estoy. Sé que lo estoy, mierda. Me siento inútil, quiero que sepas que voy a volver a ti. Tengo que hacerlo. Voy a hacerlo...

-Ss...

Mierda.

-Ss...

-¿Lo ha oído?

-Me temo que no, ¿por qué no descansa? La acompañaré fuera.

Estúpido salva vidas, no me lo pongas más difícil. Mel, óyeme, Mel. Por favor.

-Sso...

-¡Espere! Le he dicho que había oído algo. ¡Jaime estoy aquí mi vida!

-Soy.. nn..

-Lo sé, eres un chico con suerte.

Siempre. Esa es mi Mel... Ahora voy a dormir, ¿vale? Cuando despierte, que te he prometido que lo haré, te contaré cómo te pedí matrimonio y cómo mi vida se volvió vida estando contigo. Me duermo Mel, descansa tú también. Nos lo hemos ganado. Hemos ganado.

-¿Puede hacerme un favor?

-Dígame.

-Póngale Truly madly deeply. Le gustará despertar con esa canción. Estaré en la sala de espera. Hasta luego Jaime.

Nos vemos pronto Mel..."




miércoles, 30 de marzo de 2016

.

He intentado seguir el consejo que ya me habéis dado muchos, pero no me veo capaz de dejar atrás este blog. Cierto es que la constancia no es lo mío y soy consciente de que he perdido muchos seguidores a lo largo de estos años por mi flojera, cosa que realmente lamento y por la que pido disculpas, pero no pienso publicar nada si no es en este blog.

Aquí nací, por decirlo de alguna forma, aquí he dado vida a mis historias y es aquí donde nos hemos conocido y aunque no publique de forma habitual, este sigue siendo nuestro lugar de reunión.

A los que aún me escribís y leéis, por favor, seguid haciéndolo.

Prometo darle vida a esto.


martes, 26 de enero de 2016

Meh.

¡Buenas!

He aquí una servidora que en plena época de exámenes le da por meterse en su abandonado hotmail y se maravilla al ver tantos correos vuestros. Gracias, de verdad, sabéis como alegrarle la vida a una. Ays, y perdón por tantos meses a la sombra, abandonaitos que os tengo pequeños míos...

Para los que no tengan mi correo: sritanek@gmail.com

[...]


"Me olvidé de decirte que tú,
eras mi historia favorita, 
Que nunca unos besos, 
me supieron tan bien como los tuyos.

Que mi corazón quedó desolado, congelado, aletargado,
a la espera de tu regreso,
regreso que nunca ocurrió. 
Y corazón, él jamás despertó.

Que por tu culpa, 
la lluvia solo es agua que moja;
la noche, tan solo la ausencia del día.
Que te llevaste contigo todos mis amaneceres.
Y ni recuerdo ya como era el sol.

Que tras tu marcha, 
San Valentín no es más que otro día,
en el echarte de menos.
Como tú me echaste de más.

Que sobrevivo de recuerdos, 
de ataques de celos, 
de tu amor en mundos paralelos.
Y lejos de ti.

Que joder, como te quise.

Que joder, como te quiero.

Que aquí estoy, 
rompiéndome en pedazos,
arañándome hasta sangrar. 
Suspirando ante la idea, 
de que me puedas salvar."



domingo, 29 de noviembre de 2015

Feliz domingo.

¡Cuánto tiempo!

Pues veréis, esta mañana, mientras desayunaba me dio por ver vuestros correos y hay uno que me llamó la atención, en concreto esta parte:

"Me gustaría preguntarte muchas cosas como "¿crees realmente en el amor? ¿en el amor a primera vista? ¿en que todo lo puede? ¿crees que podemos reconocer a la persona correcta? Me sería de ayuda que me iluminaras un poco porque yo soy de esas que carecen de la bombilla que se ilumina cuando pasa algo bueno, no lo se ver, no se reconocer a las buenas personas... Mi intuición femenina es un asco [...]"

¡Hola! En primer lugar, gracias por escribirme y perdón por la tardanza, nada nuevo en este blog. Y bueno... Ojalá pudiera iluminarte un poco pero me temo que en el amor soy la pena, no sé si te ha dado por ver entradas antiguas o si me sigues desde el inicio de los tiempos pero creo que el amor, el de Disney, el de los finales felices, siempre ha brillado por su ausencia aquí... Soy una suicida emocional.

¿Creo realmente en el amor? Mmmm... Me encantaría decir que sí pero no me considero una fiel creyente, no se puede sentir amor por absolutamente TODO, puag. Soy de las que piensan que el amor es eso que pasa una vez en tu vida, si te sale bien es seguramente lo más maravilloso que podrá pasarte y el mundo será de un estúpido color rosa, y si sale mal... Una gran parte de ti muere por dentro y pierdes un porcentaje preocupante de la capacidad de amar, y te adaptas, y sigues adelante con tu vida porque hay cosas más importantes. Sí, mi visión es una mierda, pero me parece absurdo que una persona pueda enamorarse, ¿cuatro? ¿Veinte? Las veces que sean, a lo largo de su vida, sinceramente pienso que ese tipo de personas no son capaces realmente de amar, a eso se le llama querer, gustar, o simplemente miedo a estar jodidamente solo, y qué pena esto último. Ya sabéis, la escalerita.

Sí, está hecha así a propósito. Solo hay que ver la imagen, no necesita que la describa. Ahí tienes mi visión (errónea o no) del amor.


Sí, rotundamente sí. Creo en el amor a primera vista. Creo en estar en una habitación con una persona, mirarla, y saber que voy a enamorarme de ella sin saber absolutamente nada... Y eso, es una gran putada, pero es una de las mejores sensaciones que jamás he sentido. Es como un vuelco en el corazón y de repente, solo estáis los dos solos en la sala, y todo tu cuerpo te pide a gritos que te acerques, te mueres de ganas por escuchar su voz y saber si es tan bonita como te la estás imaginando, quieres examinar de cerca su sonrisa, sus ojos, su pelo, sus manos, absorber su aroma... Todo. Y aunque son muchas sensaciones y pensamientos a la vez apenas dura un minuto ese momento, muchos dirán que eso es pura atracción física pero creo, que la atracción física no te hace desear cogerle de la mano, besarle en la nuca por las mañanas, acariciarle el pelo mientras duerme... La atracción física tiene como objetivo echar un polvo, o por lo menos así lo veo yo.

Pero a veces, nuestro amor a primera vista, no resulta como esperamos... Y, a veces, el amor no todo lo puede, aunque claro está, eso hace que me cuestione cosas como si ser infiel y hacer el cerdo con la primera puta de turno es amar y AH! SE ABRIÓ LA CAJA DE LOS TRUENOS!

Siempre he pensado que para que el amor sea real tiene que cumplir una serie de requisitos:


Hoy me ha dado por hacer croquis. Bien, ¿yo quiero pero él no me quiere? Putada. ¿No hay química en la cama? Putada. ¿No expresa/s lo que siente/s o no hacer por demostrarlo? Putada, este tipo en concentro solo dirá lo que siente o solo harán las cosas cuando vean que se les cierra el chiringuito.¿No hay confianza y respeto? Cariño, lárgate.

No, definitivamente, amor no es cualquier cosa y no todo lo puede siempre, pero para eso habría que estudiar los casos y casos que se dan a cada minutos en algún lugar del mundo... Así que quédate con el esquema y pregúntate si cumple todo, si no... Algo falla, se arregla o se tira, tú eliges.

Por último... No, o yo al menos no sé cómo reconocer a la persona correcta, porque eso depende de muchos factores y algunos no dependen de nosotros... Ojalá un botón que te dijese quién es, dónde y cuándo la conocerás. Deberían hacer una app así.

Supongo que nunca sabremos reconocer a la persona correcta... Pero sí que podemos reconocer aquello que nos hace felices y con lo que nos sentimos bien, así que quédate con eso.

Espero haberte servido de ayuda. Un saludo.

Att: SritaNek.

sábado, 22 de agosto de 2015

.

"Se sentía como una vela a la que le estaban quitando el oxígeno con el que prender su llama.

Qué tontería, ¿verdad?  Se preguntaba mientras daba vueltas en la cama.

Cualquier cosa se había convertido en una batalla que ya no valía la pena ganar, 
Su vida se hacía un abismo que la aspiraba cada vez con más fuerza, un abismo que crecía y se llevaba todo lo que alguna vez le pudo importar.

Empezaba a odiar los espejos, estaba horrible. Podía ver en sus ojos toda la tristeza que podía albergar en su interior y Dios, qué agotador era aquella visión.

¿Dónde estaban sus fuerzas? ¿Dónde estaba su espada con la que hacer frente a todo aquello?
Se le oprimía el pecho con solo pensar en las horas desperdiciadas bajo las sábanas, en el desperdicio en sí. Que ingratitud la suya al dejar correr el tiempo de esa forma.

Miraba la pared y fantaseaba con poder sonreír. 
Con salir de aquella jaula que se estaba creando ella misma. 
Y aunque, la puerta estaba abierta, algo la condenaba a permanecer allí. 
Pero allí, en aquella cama, sentía paz. 

Paz y silencio.
Paz y tristeza.
Paz y duda.
Paz y temor. 

Estaba tan cansada... Tan derrotada... Que la culpa que sentía y la ahogaba ya casi era llevadera.

Y entre suspiros y lágrimas decidió, 
que la vida era más placentera sin tenerla a su alrededor.

Y de su jaula, jamás salió."

  

martes, 24 de febrero de 2015

El chico de las flores..

 Día 'x' del mes 'y' del año 'z'

Flores, rosas. Otra vez.

Nunca le pillo la hora a la que las deja, no se si lo hace a plena luz del día o si se ayuda de la oscuridad de la noche para venir a dejarlas. Pero ahí están las rosas, otra vez.

Nunca hay carta, nunca hay nota, nunca hay tarjeta, ni siquiera unas simples iniciales. Él, supongo que es un "él", viene, deja las flores en el buzón y desaparece. Hasta el viernes siguiente.

Siempre me puede la curiosidad, siempre me pregunto quién puede ser la persona que invierte su tiempo y dinero en mí y no se molesta en dejar siquiera una pista de su identidad.

He pensado en escribirle una carta, en dejársela un jueves por la noche para que cuando vaya a dejar las flores la vea. Dudo que responda, si quisiera decir quién es supongo que ya habría lanzado alguna pista, por pequeña que fuese y, por desgracia para mi curiosidad, eso aún no ha sucedido. 


... Un mes más tarde ...

Por fin viernes. 

He fingido estar mala, hoy me tomo el día libre. Comienza la operación "el chico de las flores".

08.00 a.m

Me encuentro escondida tras la cortina de la sala que da con vistas hacia la calle, nadie ha pasado. No hay rosas, aún.

12.00 de medio día

Despejado. Mi curiosidad me impide levantarme a por un café, temo ausentarme el tiempo suficiente de que él pueda aparecer y se marche sin conocer su rostro. 

03.00 p.m

Han pasado tres personas, ninguna se ha acercado al buzón. Quizás las deja por la tarde.

07.00 p.m 

Se acaban las horas, empiezo a perder la esperanza y la paciencia. ¿Vendrá?

10.00 p.m 

No va a venir, sigo aquí en la ventana. He tardado exactamente 0.29 s es coger algo de comer y beber, es imposible que le haya dado tiempo... ¿No? No puedo salir a comprobarlo por si me ve y no se acerca.

Medianoche

No ha venido, operación fallida. Fin de la transmisión.



No entiendo, como un gesto tan tonto se ha convertido en una costumbre totalmente necesaria para mi. Es el primer viernes desde hace tres meses que no están las flores.

Quizás era una broma pesada de algún amigo. 

Quizás esa persona se equivocaba de dirección.

Quizás le ha pasado algo y no ha podido dejarlas.

Quizás ya se ha cansado, después de todo... Han sido tres meses haciéndolo.

O quizás... Quizás leyó mi nota y se enojó. Al fin y al cabo no he obtenido respuesta, simplemente se la llevó.

¿Y ahora cómo daré con él? Que mierda... realmente esperaba conocerlo hoy y no sé, no se que hubiese pasado, somos desconocidos el uno para el otro. Le preguntaría por qué me regala flores y lo mismo no consigo una respuesta que me guste.

Me voy a dormir diario, he perdido todo un día con fantasear con cosas que se escapan a mi control y solo me sirven para llenar de pajaritos mi mente. A partir de mañana se acabó pensar en el chico de las flores. Finito.


...A la mañana siguiente...

Buenos días, es sábado. No he mirado el correo, quiero pero no lo haré.

He limpiado, he ordenado, he cocinado, he hecho todo lo que se me ha ocurrido para no salir a la calle para volver a llevarme otro chasco. El chico de las rosas ya no existe. Voy a ver una película, no se cual, pero voy a ver alguna que tenga buena crítica, si; eso haré. No necesito salir a la calle diario, aquí en mi cama estoy bien... Espera.

-Sophie, ¡voy hacerme vieja esperando en la puerta! Vamos abre de una vez.

+Ya voy, ya voy.

Esta bien, abriré la puerta... Pero no le dedicaré ni una mirada al buzón, prometido.

-Bonitas, ¿eh? Estaban en el buzón. ¿Un admirador secreto "ese"?

+¡Las flores! ¿Has visto a alguien dejándolas?

-No, ya estaban ahí cuando llegué, simplemente yo las he cogido.

+Joder, mierda.

-¿Me invitas a entrar o vas a seguir soltando tacos malhablada?

+Pasa... ¿Quieres café? Estaba apunto de servirme uno a mi.

-Si sabes prepararlo como me gustan...

+Leche del tiempo, dos cucharadas, corto de café y no quieres una taza... Después de ocho años conociéndonos y presenciando como vuelves locos a los camareros en las cafeterías creo que se prepararte un café "hache".

-Correcto, entonces tomaré un café. Dime de quién son esas flores, alguien nuevo y no me he enterado por lo que veo...

+No sé de quién son. Siempre las deja, ayer no fui a la facultad incluso, ¿te lo puedes creer? Todos los viernes viene a traerlas y para uno que me quedo ni se presenta.

-Seguro que es feo.

+Jajajaja, tú siempre adelantándote a los acontecimientos. ¿Qué te trae por aquí? Hacía tiempo que no venías... ¿Alguna novedad?

-Si, en tal que acabe los exámenes me voy de viaje. Salí con tiempo y quería ver a mi querída Sofía.

+¿De qué huyes esta vez?

-De mi, ¿de quién si no? Mis voces internas y yo estamos siempre de acuerdo en que nunca estamos de acuerdo, he pensado que si me las llevo de viaje quizás se distraigan y se callen un rato.

+Ya hablas igual que escribes.

-Escribo y hablo tal y como pienso, no puedes culparme por ello...

+No hablemos en presente, ¿cuánto llevas sin escribir maldita floja?

-El mismo tiempo que llevo sin inspiración.

+No será porque tu vida sea aburrida o no tengas imaginación... Tienes muchos borradores, escoge alguno, continúalo y publícalo.

-Paso.

+¿Una nueva historia? ¿Un viajecito por el pasado? Reescribe.

-No, no, no. Lo intenté, estaba en blanco y me lo propuse pero como puedes escribir sobre el amor cuando precisamente falta eso, no puedo escribir de un pasado de ficción, los lectores me matarían si cambio algo por el simple hecho de no recordarlo.

+¿No hay copia?

-Qué copia iba a ver para un relato de segunda.

+Era bueno, fue el primero que empezó todo esto.

-Era bueno porque era malo.

+Tú y tus tragedias.

-El mundo quiere algo que leer para que le ayude a olvidar los fallos que comete en su día a día, la tragedia vende incluso más que el amor.

+Lo dicho, hablas igual que escribes Hache.

-Para sentir tanta curiosidad por tu admirador el rarito aún no has leído la nota que te ha dejado entre las flores.

+¡¿Hay una nota?!.- Hache señaló un sobre entre las flores y me acerqué a toda prisa a recogerlo, estaba contenta. Tenía mis flores y había conseguido una nota, fuera lo que fuese que estuviese escrito ya era todo un logro.

-Lee en voz alta, lo mismo esto me sirve como inspiración.

+Está hecha a ordenador.

-Entonces es que su letra y su ortografía dejan mucho que desear al igual que su romanticismo, de toda la vida las cartas se han escrito a mano.

+Calla, voy a leer... Mierda, es como tú o peor escribiendo.

-Jajaja, ¿por qué lo dices?

+Ha escrito en... en... ¡Joder! Lo mío nunca fue la lengua...

-Verso, estúpida. Trae anda, seguramente te habrá dedicado metáforas para que veas lo culto y pomposamente romántico que es.

+Suena más a una de tus novelas rosas que a mi tipo de hombre, traduce anda.

- "Ante todo mi más sincera disculpa,
  ¿pero que ladrón comete su fechoría ante la policía?
  Era cuestión de tiempo que la cajas abrieras, Pandora mía,
  mas servidor no actúa bien bajo esos hermosos focos verdes.

  No me odies por querer el anonimato
  y regálame tu paciencia por cada pétalo.
  Hasta más ver querida Psique."

+¿Psique? ¿Pandora? Que rollazo.

-Idiota es bonito, en resumidas cuentas te está diciendo que no vas a saber quién es hasta que no le de la real gana y que si ayer no te dejó las flores es porque sabía que no habías ido a clase.

+¿Bonito, hache? Es un friki que me escribe un poema y me habla de cuentos. Tenías razón, seguro que es feo.

-Feo o no te acaba de comparar con la amada de Cupido a la cual le pudo la curiosidad y se quedó sin nada, el chico es romántico y se ve que es culto. La mayoría de los tíos que conoces solo saben de fútbol, este es distinto y no estás dispuesta a bajarte del burro.

+Me preocupa que sepas quién es Psique, jajaja.

-A mi me preocupa que no sepas apreciar lo que hay entre manos, ¿qué vas hacer?

+¿Ahora ves esto con buenos ojos?

-Te está dejando poco a poco ver cualidades suyas... Es detallista, constante, romántico, misterioso y sobre todo sabe de mitología griega. No pinta mal la cosa.

+Me va más la realidad.

-La realidad es que estás soltera, sin un solo pretendiente que valga la pena tener en consideración y tienes un muchacho convirtiendo todo esto en un juego. Síguele el rollo, si no te gusta siempre puedes cambiar de dirección.

+Eres todo un amor por las mañanas... Podríamos hacerle una encerrona.

-¿Nosotras? No, yo estoy fuera de esto Sof. Esta es tu historia, no la mía.

+¿No tendrá Helena un papel en esto? ¿Por qué?

-Porque llega tarde a la facultad, tiene un metro que coger. Gracias por el café Ese, ten paciencia.

+Lo intentaré y tú, la próxima vez  me pillarás con la cabeza bien amueblada. No creas que no me doy cuenta de como evitas las preguntas, tengo derecho a saber que pasa en tu vida.

-Mi vida está bien, te cojo un donut Pandora. Hasta más ver... Jajaja

+¡Te odio!.

Perdona la espera diario, tengo grandes noticias que contarte.

SEGUNDA PARTE

...Domingo...

Llevo toda la mañana dándole vueltas al asunto.

Es romántico, si; tengo que admitirlo, no todos los tíos mandan flores y escriben poemas, al menos los que son de este siglo no. Hache tiene razón.

Estoy soltera, rodeada de impresentables que no valen ni el aire que respiran y cuyo único propósito es calentar su cama con alguien nuevo cada noche. ¿Por qué no intentarlo diario?

Está la posibilidad de que sea un friki de esos que se cree todo un caballero al puro estilo de Shakespeare pero lo mismo es normal , de este planeta, con los pies en la tierra. ¡Dios! ¿¡Y si es un friki!?

Tengo que atraparlo, la operación "el chico de las flores" tiene que  llevarse a cabo, si tengo la suerte de que es guapo... No, no. No soy superficial.

Me pidió paciencia asique debería respetar el que no quiera mostrarse... ¡Ay! ¡No es justo! ¿Debo respetarlo si o sí? No quiero...

Ayer por la noche estuve con las chicas. En la cena no se hablaba de otra cosa que no fuese sobre el chico de las flores, su nota y si debía tener paciencia o no...

-A mi me parece taaaaaan romántico, que suerte tienes Sofía...- Dijo Tess mientras abrazaba su bolso como si de un cojín se tratase.

-¡Y tanto! A mi no me pasan esas cosas... Mi Jorge tiene el romanticismo de un vegetal.

-¿Tu Jorge? ¿El mismo Jorge que pasó del mundial por estar haciendo de enfermero mientras tú estabas mala y querías ver El Diario de Noa? Tienes razón, no sé ni porqué sigues con él.

-Jajajaja  creo que Hache te acaba de quitar el habla Ana...¿Cómo la única que tiene novio de las cinco puede ser la que más se queja? Bueno Tess y Sof están abandonando el barco...

-Tranquila lo mío con Miguel tiene pinta de que va a estancarse, yo permaneceré mucho tiempo a bordo.

-¡Tú al menos sabes como es el tuyo! Yo no tengo nada a parte de flores y un folio donde mi nombre es cualquiera menos el real.  Las que mejor os lo montáis sois tu y Hache.

-Error, ¡la que mejor se lo monta soy yo! Helena esta en modo stand by, respira porque se ha dado cuenta de que es necesario si quiere vivir, si fuese opcional se le olvidaría también jajajaja...

-Ea, ya estamos... Mi destino es meterme a monja, lo sabéis.

-Pues vas tarde ya, unos cuantos años... ¡Sof! ¿Le escribirás una carta?

-¿Yo?

-¡Eso! Escríbele otra, tiene que ser un poema... Si le sigues el rollo igual se da más prisa en decirte quién es.

-¿Un poema? ¿Yo? ¿Que hago me lo saco de la manga?

-Mariconadas las justas chavalas, lo atraparemos y fin.

-¡Beth lo que sea con tal de no escribir un poema! ¿Qué tienes en mente?

-Somos cinco, él solo uno... y por muy listo que sea no deja de ser un tio, ellos no son tan retorcidos. ¿Las deja los viernes? Pues le esperaremos un viernes.

-Tramposas... Le estáis quitando la magia.

-Yo no quiero participar, me da pena el chico... Se esfuerza mucho para que vayamos nosotras a quitarle la máscara.

-Participaréis, por mi... Por favor...

-Os necesitamos y lo sabéis, Sofía necesita algo de ventaja.

-Bueno... ¿Tú que dices Hache?

-Que no seré la única que se oponga, que remedio... Estoy dentro.

-La operación "el chico de las flores" comenzará en tres semanas, el tiempo justo para que él se confíe en que le está dando la paciencia que pide.
Sofía le vas a escribir una nota diciéndole que esperarás lo que haga falta por muchas ganas que tengas de conocerlo y que dejarás a un lado la curiosidad por él. Ese viernes te irás como siempre a la facultad, nosotras nos encargaremos del resto. Ana y yo no tenemos clase ese día estaremos pendientes, Tessa y Helena serán las que pasean por la calle como si tal cosa... Todo saldrá bien. Necesitaremos dos coches, uno enfrente de la casa de Sofía y otro dos casas por delante de la suya, los móviles los quiero con batería y el whatsapp más que disponible asique ese día nada de tonteos... Bien centradas que os quiero. ¿Tienes cámara de video?

-No sé como la CIA no te ha llamado ya para trabajar con ellos...

-Tengo cámara pero, ¿para qué?

-Para grabar al chico de las flores, ¿para qué si no? No importa lo bien que te lo describamos, cada una tiene un gusto distinto... Es mejor que valores tú. La cámara la tendré yo así podré grabarlo de frente cuando vaya a dejar las rosas.

-Elizabeth... eres brillante.

...

Asíque tenemos tres semanas diario, tres semanas para pensarme algo que no me quiero pensar. ¡Le pondré cara por fin! O no... Tengo que pensarmelo bien. ¿De todas las flores por qué siendo tan original escogió las rosas? ¡Se me olvidaba! Tengo que escribirle una nota...

¿Qué le puedo poner? La idea está clara, si; pero yo no se escribir cartas y dudo mucho que Hache me eche una mano... No hay otra opción, se la escribiré yo. A ver que tal queda, deséame suerte.



Es horrible pero cumple su función, Elizabeth dijo que tenía que ser directa asique así se quedará... ¿Debería haberla escrito a ordenador? Seguramente Hache se pondría hecha un basilisco diciéndome "eso, pon tu granito de arena y rómpele el encanto a la situación blablabla..." .

¡Diario ya solo tenemos que tener paciencia! La carta la dejaré este jueves por la noche en el buzón y luego... a esperar. Total, he esperado tres meses no creo que en tres semanas vaya a cambiar nada...¿no?


                         TERCERA PARTE


...Jueves por la mañana...

-Buenos días.

-Buenos días, no me lo digas... ¿ Rosas rojas?

-Si, por favor. Gracias.

-Ohh cariño que romántico que eres, ¿cómo has adivinado que son mis flores favoritas? Mmmmuack...

-¡Quita plasta! Jajaja no son para ti.

-A Dios gracias que no lo son, me preocuparía que te sintieras atraído por mi. Dime, ¿cuándo sabrá tu amiguita quién eres?

-Cuando tenga que depender de mis flores para ser realmente feliz los viernes, ¿qué sentido si no tendrían entonces las flores?

-¿No era más fácil invitarla a cenar?

-A veces se me olvida cómo puedes estar soltero, luego comentarios como este me lo recuerdan...

-¡Eh! Yo estoy muy bien soltero.

-Deberías buscarte una buena mujer y dejarte las golfas, sentar la cabeza y esas cosas.

-Ya, pero acabaría siendo un sentimental como tú que le regala flores a una a la que no se atreve a conocer en persona... Todo muy lógico.

-Aquí tienes tu ramo, que paséis un buen día.

-Gracias, vamos Romeo tengo el coche en doble fila.

Los dos chicos salen de la floristería y se dirigen al coche, el chico de las flores abre una puerta trasera y con cuidado deja el ramo. El chico que le acompaña ya se está poniendo el cinturón y metiendo la llave en el contacto para arrancar el coche. 

-¿Y si luego no quiere contigo?

-Me arriesgaré.

-Hay más tías que botellines dispuestas a bajarse las bragas gratis y tú te gastas el dinero en una que ni conoces.

-Jajajaja esa es la idea, no quiero una mujer fácil. Quiero una a la que cada vez que vea piense "no creo que me canse de su sonrisa, no creo que me canse de mirarla a los ojos porque valió la pena cada minuto que he invertido en ella".

-Deberías ponerle eso en tu próxima nota, a mi ya me has enamorado.

-Eres un idiota jajaja. Vamos a parar en mi casa antes, tengo que poner a mis chicas en agua.. no quiero que se pongan mustias para mañana.

-Oish... Me tienes ganado de verdad, por hacer de taxi quiero una cerveza gratis luego.

-Que si , que siiii. ¿Cómo te va con la morena del bar?

-¿Quién? Jajajaja

-Hector, te quiero, pero eres un cabrón.

-¿Por ser todo un domador de caballos?

-Por ser todo un chulo putas, algún día encontrarás a la mujer de tu vida y no sabrás como tratarla.

-Anda florecilla; tienes dos minutos para entrar o salir, si tardas más tu cartera y yo nos iremos de cervezas sin ti.

Entrar y salir, así fue. El coche se alejó de la casa y se dirigió hacia un bar, allí permanecieron un par de horas y cada uno se fue en una dirección distinta. 

-¿No vas a clase hoy?

-Me tomo el día libre.

-Eres un caso perdido, de verdad. Yo me largo a la biblioteca un rato, tengo que terminar un trabajo.

-Muy bien, a levantar el país empollón, si me necesitas estaré en el piso de un colega echando una xbox.

-Largo ya. 

...Un poco después en otra parte de la ciudad...

-¡Jueves! ¡Es jueves por fin tia!

-Como sigas gritándome voy a quedarme sorda, ¿no tenías hoy clase?

-Perdón jeje, si; voy a entrar ya. ¿Nos vemos luego?

-Vale, estaré cerca de tu facultad haciendo un trabajo. Te aviso cuando acabe, ¿ok? 

-¿Estás ya por aquí?

-Si, esperando el ascensor me encuentro. Tengo que colgar Sof, ciaaaao.

-Hasta luego, besitos.

El ascensor no tardo mucho tiempo en bajar y cuando se abrieron sus puertas la chica entró dentro, odiaba montarse sola en los ascensores, le daban bastante miedo. Se echó un leve vistazo en el espejo que había detrás de ella y se alegró al ver que su pelo no se habia movido ni un centímetro, estaba tal y como lo había dejado esta mañana. Perfecto. 

Las puertas ya se estaban cerrando cuando una mano apareció entre ellas, éstas se volvieron abrir y apareció un joven de pelo negro totalmente despeinado y con unos increibles ojos azules.

-¡Uy, por poco! Hola encanto.

Ella examinó al muchacho e ignoró por completo el saludo que le había dedicado.

-No eres habladora, ¿eh? ¿Vives aquí? Yo vengo a visitar a un amigo, espero que no vengas a ver a tu novio.

Otro silencio, la chica se limitaba a mirar los números. Divertido por la situación él decidió darle al botón del stop y se colocó de tal manera que ella no tuviese acceso a los botones, dos desconocidos en un ascensor parado.

-¡Qué haces! ¿¡Eres imbécil!?

-¡Mira pero si habla y todo! 

-Aparta.

-No.

-¿Cuál es tu problema tio?

-Tú, tu silencio. Yo tratando de ser amable y tú... ignorandome, no no.

-Ya me estas oyendo hablar, quitate.

-Encanto, no quiero desanimarte, de verdad que no, pero estás intentando mover a un hombre que te saca por lo menos veinte centímetros de altura y unos cuantos kilos... ¿De verdad te crees que vas a conseguir que me mueva?  

-Una patada en los huevos hace milagros, ¿sabes?

-Wait! Podemos hacer un trato... Tú contestas a unas preguntas de nada y yo me aparto, tienes mi palabra. ¿Qué me dices?

-Que estás loco.

-Gracias por el piropo, podemos estar así tooooodo el día. Yo no tengo prisa, ¿y tú?

-Dispara.

-Sabia elección, ¿tu nombre? No quiero llamarte siempre "encanto".

-Sandra.

-Encantado, Sandra, yo soy Hector. ¿Ves? Yo no he mentido, ahora inténtalo tú, ¿tu nombre, el de verdad?

-Sandra.

- Sandra... ¿vives aquí?

-No

-Que casualidad; yo tampoco,¿no vas a decirme tu nombre de verdad Sandra?

-Siguiente pregunta.

-¿Novio?

-Si

-Vaaaaaale, irás al infierno por mentirme tan descaradamente jajajaja.

-Se acabó la entrevista.- La chica lo agarró de la sudadera por sorpresa y lo movió el tiempo suficiente para que pudiese darle de nuevo al stop. El ascensor continuó subiendo y ya casi habían llegado a la planta en la que Hector se bajaba.

-Que carácter rubita, si querías pegarte más a mi solo tenías que decirmelo.

-Tu planta.

-Prefiero bajarme en la tuya.

-Qué honor...

-¿Te veré de nuevo?

-Si Dios quiere no.

-Dios querrá, vamos no soy un mal tio, las formas no son las mejores pero en el fondo soy buena persona. ¿Te veré de nuevo?

-Jajaja, ¿no te rindes?

-Ohh... Has sonreído, eso es que sí. 

-Eso es un... he llegado a mi planta.

-Espera, dime tu nombre por lo menos, se que no te llamas Sandra.

-Adiós Hector. 

-Me bajo contigo, vamos dime tu nombre.. La inicial por lo menos.

-Jajaja deja que lo piense, no.

-Voy a bajar tres plantas andando por acompañarte a la tuya y lo único que se de ti es que eres una mentirosa de pena que no suelta prenda.

-Eres todo un caballero, gracias.

La chica llamó al timbre de unas de las puertas e hizo ademán al chico para que se largara.

-Esta bien... me voy, que sepas que averiguaré tu nombre encanto. Ya verás.- Héctor le dedicó una amplia sonrisa y la besó en la mejilla, en ese momento la puerta se abrió, y todo lo que vio aquella joven fue a su amiga fulminando con la mirada a un chico que corría escaleras abajo mientras gritaba que en el próximo beso sería ella quien se lanzaría.

-¿Ahora te dedicas a ligar con mis vecinos? ¿Quién era ese? Parecía mono...

-¿Mono? Y gilipollas, el muchacho es completito.

-Creo que le gustas Hache jajajaja, anda pasa. Tenemos que acabar el trabajo.

-Ve sacando los apuntes mientras pongo la cafetera. Amo tu cafetera, por cierto.

-Rubia, sabes que hay vida inteligente fuera del muro de contención que has creado, ¿verdad?

-¡La cafetera me impide oírte!

-La cafetera aún no está puesta y tú deberías escucharme.- Tess fue a la cocina y se encontró a su amiga con la mirada perdida contemplando las vistas desde la ventana. Sabía que no llevaba bien las charlas pero tenía que escucharla, por su bien y por el de la persona que estaba dejando de ser.

-Sé lo que vas a decirme...

-Ha pasado mucho tiempo, no te veo relacionarte con nadie y ya casi no sales.

-Eso no es cierto, me relaciono y salgo con vosotras y en breves me iré unos días por ahí.

-Sabes a lo que me refiero, no puedes pasarte la vida viviendo en el pasado... Te acabará consumiendo, o peor, acabarás sola.

-¿Sola o soltera?

-¿Qué tiene de malo salir y tener citas? Que te fuese mal no quiere decir que siempre vaya a ser así.

-Tess, no lo entiendes. Ya se lo que es amar, se lo que es sufrir por amor, se lo que es que alguien te decepcione y te deje tirada en el suelo agonizando. Hay personas que jamás conocerán lo que es eso, yo ya lo he vivido, para qué vivirlo dos veces... Siempre he pensado que nuestro corazón solo puede amar realmente a una persona y que el resto son para camuflar la falta de la primera.

-Y yo que si alguien no obtuvo su final feliz debería seguir buscándolo en vez de sentarse y compadecerse de lo que pudo ser y no fue.

-Tienes razón, debería bajar al cuarto piso y buscar al idiota del ascensor... ¿Feliz?

-Solo digo que si no das la oportunidad a nadie y sigues encerrándote en tí misma quizás no vuelvas a ser feliz.

-Soy feliz.

-No, estás bien. Son cosas distintas, feliz estabas cuando siempre ibas con una sonrisa de oreja a oreja y riéndote por todo, esa era mi amiga... Lo que tengo delante es un maniquí adicto a la cafeína que se pone a la defensiva con cualquier tío que invada su espacio vital.

-El maniquí adicto a la cafeína es exigente, no pienso subir la barrera al primer imbécil que llame al timbre. Mejor haz tú el café y yo me voy al salón a preparar la mesa.

No pudo decir nada más, Hache salió a grandes zancadas dispuesta a dejar atrás la conversación y sabía de sobra que si volvía a decirle algo más se iría automáticamente del piso. A terca no había quien la ganara y menos ahora, su amiga no estaba pasando por un buen momento y el resto solo podía sentarse a esperar un milagro que a este paso jamás iba a llegar. Mientras hacía el café sintió pena por ella, se autoengañaba en que las cosas, ella, seguían siendo como antes y era la única que realmente se creía esa patraña.

...Tres plantas más abajo...

-¡Y ya van tres! ¡El público enloquece!

-Para.

-Menuda paliza, esto ya empieza a dar pena.

-Calla.

-¿Quién va a pagar las pizzas?

-Eres un cabrón.

-¿Sigues pensando en las vecinitas? Primero te rechazan y ahora te machacan, no das una hoy.

-Deberías haberla visto, era preciosa y qué carácter... Y a su amiga la he visto poco, pero no estaba nada mal.

-Sube a pedir sal.

-Moriría por lanzamiento de salero y es una mujer, no voy a subir por una chica.

-Héctor, el que nunca hace nada por nadie.

-Sube tú.

-¿Yo?

-¡Vamos "nacho con queso" a ti no te han visto! Sube, pon cara de cachorro, habla bien de mi y baja con el número de las dos, o mejor, baja con las dos.

-Brillante, como un plan de seducir a las desconocidas del séptimo y hacerlas venir a casa podría ir mal. Tanta xbox te ha fundido las neuronas.

-El florista sabría qué hacer... ¡Una nota!

-Quieres dejarles una nota en plan acosador a las chicas, no sé que plan apesta más. Si esa Sandra tiene el carácter que tiene te hará tragarte el papel.

-No se llama Sandra. Voy a subir.

-¿Y qué le vas a decir? "Hola soy el idiota que ha parado el ascensor, verás primero quería que subiera mi amigo, luego he pensado en escribir una nota y ahora estoy aquí plantado para decirte que he perdido tres partidas por estar pensando en tu nombre, ¿cómo te llamas?" Te cerrará la puerta, o peor, directamente ni la abrirá.

-Abrirá... ¿Vienes?

domingo, 15 de febrero de 2015

Borrador 1.

Antes de publicar ningún borrador tengo que decirlo, me ha sorprendido (y no para bien precisamente) que el más votado haya sido el más antiguo... ¿Qué tuvo la historia de Hache y Jota que a día de hoy os sigue gustando tanto? Que sí, lo entiendo, yo también he amado (quizás demasiado) esa historia, yo también he llorado (seguramente demasiado) con esa historia pero, por favor, es solo eso. Una historia. Una vieja historia,

Lo prometido es deuda, aquí os dejo el borrador.

"Es sábado, ¿es sábado? No, es domingo, ¿domingo?  Qué más da.

¿Ves? Te lo dije. Tu ausencia se ha llevado la poca cordura que me quedaba.

No sé qué día es hoy, pero se que hoy no te voy a ver y eso ya es motivo más que suficiente para aborrecer este día, quizás es martes y no he ido a clase. Ahora todos los días son iguales desgraciadamente.

Hoy he soñado contigo, por si te lo preguntas, sí, sigo despertandome con la cara cubierta de lágrimas abrazada a tu camisa, a mi camisa... Es igual, ya no nos pertenece; pero la sigo llamando así, nuestra camisa.
Añoro los días en que todo era nuestro, esos días en los que hacíamos temblar el suelo con nuestros pasos, esos días de olor a felicidad que iban acompañados de miradas cargadas de amor y sonrisas estáticas cubiertas de tí y sí, también de mí... Parecen tan lejanos, ¿verdad? Temo que algún día me despierte y no pueda recordar esa voz ronca que me cantaba al oído mientras bailábamos, porque sí, antes me cantaba. No solo eso, me decía lo mucho que me amaba, me juraba amor eterno a la sombra de los árboles mientras yo le respondía versos de poemas que ya habrá olvidado, temo que te quiera tanto que nadie pueda ocupar ni un mínimo de todo el vacío que has dejado en mí y peor, temo que algún día pueda querer de nuevo y que no sea a ti... Porque sé que no podré querer a esa persona ni una décima parte de lo que te amo a ti. ¿Ves? Incluso ahora lo hago. A él lo querré y a ti, a ti te amo.

Es injustamente probable. Es probablemente posible y posiblemente injusto.

Pero el caso, hoy he soñado contigo... Y Dios, he de confesar que estas pesadillas nuestras son tan dulces, tan cálidas y tan breves... Me acosté teniéndote ya a mi lado, como cada noche, como cada noche desde que me fui y en tal que amanece, me despierto, vuelvo al presente y se que es de día no por el Sol, sino por tí que ya no estás. Apenas he podido saborear esta, pero podría describirte cada detalle de ella.

Ahora duermo con el cuaderno en la mesilla. Las voces de mi cabeza están histéricas y temen el olvido. Yo, por supuesto, se que es imposible que pueda olvidar cada caricia que me has dado, cada beso de buenos días, cada te amo que provenía de ti cuando jugábamos a hacer burbujas en la bañera, incluso recuerdo todas las veces que me has besado el pelo cuando me estaba quedando dormida sobre ti cuando hacíamos el amor, porque sí, hacíamos el amor, ¿recuerdas? Es curioso, quizás sea ésta la primera y última vez que lo haga con una persona... Es tristemente romántico, ¿no crees? Acabaremos follando, antes me parecía una locura digna de carcajada, ahora me parece algo vacíamente práctico, ¿existe vacíamente? Ahora sí... ¿Ves? Te lo dije, ahora juego por los dos.

Desvarío y realmente quiero contarte lo que he soñado Jota. Es nuestra historia, en nuestra historia se debe contar todo, incluso lo que no queremos contar u oír...

Estábamos en una juguetería, tú seguías siendo tú, el mismo Jota que me habría la puerta, que me besaba tres veces en la mejilla izquierda y el mismo que se acercaba con esa sonrisa que me hacía perder la cabeza, ¿me hacía? Me hace, sí.
Nos separamos como siempre, tú a la derecha, yo a la izquierda y el centro de la tienda era el centro de nuestro encuentro... Esta vez no acudía, me quedé a una calle contemplando un pobre juguete y al notar mi tardanza viniste cual caballero de brillante armadura a buscarme, porque vivíamos por y para buscarnos, por y para encontrarnos...

Recuerdo que te acercabas por detrás, me rodeabas con tus brazos y me besabas en la nuca, no con ninguna intención, aún no, era simplemente nuestra firma, ese beso, ese protocolo de acudir el uno al otro, Era nuestro. Era. Nuestro.
Desvarío de nuevo, te acercabas y preguntabas por qué mi labio inferior dibujaba una mueca en mi cara.. Espera, recuerdo el diálogo de memoria.

-¿Cosa, qué pasa? ¿Por qué me has dado plantón?

+Míralo.- te señalaba,- Es imperfecto, es un peluche imperfecto en una juguetería perfecta.

-Un peluche imperfecto.

+Es más que eso, es un buen peluche.

-¿A dónde quieres ir? Directa.

+Piénsalo Jota, es un peluche con un fallo, un pequeño rayón en su ojo derecho y por ese fallo ningún niño lo querrá, ninguna madre lo comprará... Se quedará solo, ¿te imaginas una vida sin amor? Ese peluche sin merecerlo va a vivir así. ¿Su crimen? Tener un fallo.
>>Nadie merece una vida sin amor por algo así.

-Un peluche no puede amar.

+¿Pero y si pudiera? Es una tontería.

-No lo es, no le dedicarías tiempo si así lo creyeras.

+Lo es para ti, te estás riendo de mi.

-Me río porque no he escuchado nunca a alguien sentir pena por un peluche con un ojo rayado y creo que por cosas así estoy enamorado de ti.

+Repite.

-Que me río por..-te callaste, no te hizo falta mirarme para saber que era lo que quería oír.- Estoy enamorado de ti.

+Y yo de ti. Salgamos anda, ¿te apetece un italiano?

-¿Te vas sin él?

+Vendremos a verlo, nos aseguraremos de que está bien hasta que alguien lo compre.

-Te conozco demasiado bien para saber que; cada vez que pasemos por esta calle entrarás corriendo a visitarlo... ¿quieres que ese peluche sea feliz?

No pude evitar reírme ante semejante conversación, hablábamos de la felicidad y pena de un peluche que permanecía ajeno a nuestra charla, pero yo también estoy enamorada de ti por eso, eres mi compañero de locuras.


Y desperté... Tiene gracia, toda la noche soñando para tan poco tiempo a tu lado, pero no te preocupes Jota, ya sabes como acaba el sueño. Siempre hemos sabido como acaba.

Era octubre, salimos de esa juguetería a golpe de beso y en mis brazos llevo nuestro peluche y tú, tú estabas realmente allí en ese momento... Y fue en ese momento, cuando me confesaste que estabas enamorado de mi y yo... Yo solo quería revivir ese momento una y otra vez, responderte me parecía acabar con la magia, mi voz callaría el eco de la tuya.

¿Cómo pueden decir mis labios que no te quiero si cada neurona de mi cerebro me bombardea con recuerdos tuyos?

Te diré algo. Créetelo, porque solo así me lo creeré yo.

Día "x" del mes "y" del año "z".

Att: Sweet."