jueves, 22 de enero de 2015

Acantilado

"-Es curioso como el mar erosiona un acantilado. El agua , incluso sin hacerlo a propósito, golpea constantemente contra la piedra hasta que ésta, por muy fuerte y dura que sea, se desmorona, cae y se fragmenta en pequeños granos que forman la costa. El acantilado pierde una parte de sí mismo que no recuperará.
Todos somos acantilados y siempre habrá alguien que nos erosione hasta perdernos en su mar.
Te dices a tí mismo que aún sigues siendo tú, pero tu armadura de piedra que tantas veces resistió ayer , hoy se resquebraja y mañana, mañana será pedazos en el suelo.
Esto te hace cuestionar si realmente es el agua tan fuerte y constante o tú tan débil e indefenso.- Dijo más para sí misma que para él y tras un largo silencio suspiró y siguió contemplando aquel paisaje entristecido por la ausencia de sol.

-Has pasado mucho tiempo sola... Dejaste de vivir en la luz por temor a la oscuridad y ahora reinas en ella, pero algún día verás que todo cuanto te rodea es eso, la nada.
No voy a esperarte eternamente pero sí que haré eterno este momento. De ti depende que sea el último.

-Tantas veces ha sido el último... A veces me cuestiono si el último fue hace meses y vivo en un estado de coma continuo fantaseando con lo que ya no está. Es triste encajar tu vida pieza a pieza y ver que todo encaja mejor sin ti... Y que sin ti la que no encaja soy yo."

[...]


sábado, 3 de enero de 2015

.

Siento que me acabo de arrancar el corazón del pecho, que lo he metido en un tarro y lo estoy contemplando... Tan débil, tan indefenso, tan solo, tan dolorido.

Siento que el agujero que tengo en el pecho está actuando como un agujero negro y está llevándose consigo todo mi ser conforme aumenta su tamaño.

Y las lágrimas que creía inexistentes aparecen y me queman la piel al recorrer mi cara.

Estoy rota y el servicio técnico ha cerrado por vacaciones.

Y me falta el puto aire para respirar y ese jodido vacío me consume a pasos agigantados